A mis 39 años…

🔸Mis prisas se han vuelto más lentas y ya no me urge tanto llegar como disfrutar el camino.
 
🔸Me ha empezado a importar más el sabor del café que la opinión de los demás.
 
🔸A veces llego tarde a algunas reuniones, no por impuntual, sino porque valoro más mi tiempo.
 
🔸He soltado la nostalgia del pasado y el afán por el futuro para poder disfrutar mi presente.
… eso y algunas otras cositas más.

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